Por Ramón Peralta
El estancamiento político a que ha llegado el sistema político norteamericano y en el que los dos partidos que han dominado la política parecen no distinguirse el uno del otro, ha despertado en algunos sectores la inquietud de que es necesario establecer una tercera fuerza política y así se puedan abrir las puertas a nuevas opciones y propuestas políticas que por años han estado estancadas y de las que no hay esperanza de que encuentren cabida en el presente proceso político.
Las causas de esta situación se deben a que los dos partidos que controlan la política norteamericana están cada vez mas dominados por pequeños grupos del poder económico de la nación, haciendo casi imposible que se den cabida a propuestas en beneficios de las mayorías que son la esencia de la práctica de la democracia. Esa realidad es la que ha despertado la preocupación de que el sistema político presente se distancia de lo que en realidad debe ser la democracia. Los políticos están siendo amarrados por no decir secuestrados por el gran dinero a través de los PAC (Comités de Acción Política), que son grupos independientes que manejan el dinero que los millonarios usan para controlar el sistema electoral y poner de rodillas a sus servicios a los políticos y así obtener de ellos lo que quieren.
Esa realidad es lo que ha provocado que los costos de las elecciones cada vez sean mas elevados, ya que los PAC no tienen la obligación de reportar a los organismos correspondientes la procedencia del dinero que colectan y tampoco como lo gastan. Por tanto, la corrupción a arropado el sistema electoral y al mismo tiempo ha obligado a los políticos a plegarse a la voluntad de estos grupos para poder alcanzar los puestos que aspiran. En ese sentido, la transparencia del sistema se ha ido por la borda, dando lugar a que el proceso político se dirija a complacer y a servir los intereses de la minoría rica echando al olvido los intereses de la gran mayoría. Eso a la vez ha conllevado a que una claque política se haya incrustado en el poder impidiendo cambios en el manejo de su estructura. Así tenemos a nivel del Congreso, legisladores que continuamente son reelegidos gracias al soporte que reciben de los grupos del dinero, perpetuándose en sus posiciones como si fueran los únicos capaces de ostentar esos cargos.
No es una casualidad entonces, que hayamos caído en un sistema llamado “democrático” donde el sistema económico está cada vez mas polarizado y donde una minoría tiene en sus manos la mayor parte de las riquezas del país. Eso también ha determinado que se haga casi imposible la aprobación de políticas sociales y se hayan estancado el conocimiento de importantes asuntos como: a) la creación de un sistema de salud que garantice sus servicios a todos; b) un sistema educativo que facilite la entrada a todos por igual, no importando el nivel de sus ingresos; c) que se preserve los derechos de la mujer a tomar las decisiones de acuerdo a su conciencia; d) establecer un sistema salarial que permita al obrero tener una vida decente y poder afiliarse para proteger sus derechos; e) reducir los excesivos gastos de guerra para dar atención a otras prioridades de la nación; f) el establecimiento de políticas tendientes a enfrentar los asuntos de las amenazas del cambio climático por encima de la oposición de los intereses del gran capital corporativo; g) la aprobación de una política inmigratoria justa; h) establecer control a la venta y compra de armas de fuego…etc
Estos y otros importantes asuntos han sido echado a un lado por los dos partidos que gobiernan el sistema, dando lugar a un estancamiento en el sistema político y por tanto, a la necesidad del surgimiento de una tercera fuerza política que rompa con el monopolio del dominio de los dos partidos tradicionales en la vida política del país. Solo así podremos salir del estancamiento político en que nos encontramos.
