De alguna manera hay que salvar la vida en las carreteras
En el año 2021, cerca de 43 mil personas murieron en las calles y carreteras de Estados Unidos por accidentes vehiculares. Esta cifra representa un aumento de un 7 por ciento con relación al año anterior, y las actuales informaciones dan cuenta de que, como van las cosas, este año 2022 representará otro aumento quizás peor.
Según las autoridades de transporte de Estados Unidos, incremento de accidentes y fatalidades se debe a los conductores ebrios y las imprudencias de los conductores.
A juzgar como muchas personas conducen en nuestra ciudad, los fabricantes de autos podrían ahorrarse miles de millones de dólares si dejan de colocar en sus productos las llamadas luces direccionales, pues al parecer no son necesarias porque muy pocos las usan. Las ciudades podrían ahorrar mucho dinero en letreros de límites de velocidad, porque nadie los lee. Y si seguimos por ahí, los semáforos dejarán de ser necesarios, harían mejor trabajo en los árboles de navidad que en los cruces de calles.
Si hay un país en el mundo que sabe del manejo de la publicidad para inducir la mente humana, es Estados Unidos. Los medios de comunicación venden desde amor a primera vista hasta la bendición de Dios a cómodos pagos con financiamiento disponible o pagos con credit card. Sin embargo, ese poder de hacer que la gente vea lo que no ve y crea en lo que no es, casi nunca es utilizado para educarla en asuntos tan importantes como la prudencia al conducir y el respeto a la vida de los demás. Si con el 10 por ciento de la intensidad con que se promocionan la comida rápida y los casinos online se educara a los conductores, miles de vida se salvarían. Pero esta es una sociedad capitalista de libre mercado donde cada quien necesita lo suyo: los hospitales sus enfermos; las funerarias sus muertos, y las compañías de seguro la razón para convencer a más incrédulos de la importancia de comprar una póliza.
Como las esperanzas de que otros hagan lo que es necesario para protegernos, como mariposas en invierno, lo más apropiado es que nos protejamos nosotros mismos. Y aquí van algubnos consejos:
- Use las señales de doblar, porque no solo sirven para lucir la modernidad de los autos, sino también para advertirle al conductor de enfrente o de atrás hacia dónde usted se dirige y así evitar una coalición innecesaria.
- Para responder una llamada, espere llegar a su destino, porque el hecho de que Julito esté de cumpleaños, que Julieta le haya ofrecido matrimonio a Romeo, y que Engracia haya estado engañando a su marido, no justifican un accidente en el que su vida gire al lado puesto y termine en un hospital de inválidos. O en otro caso, que le desgracia la vida a alguien mas.
- Y por último, recuerde que donde dice STOP no dice Cocacola y que una luz roja significa que es tiempo de pisar el freno, no el acelerador.
En Grand Rapids como en muchas otras ciudades pequeñas del país, carecemos de la cantidad necesaria de oficiales para el control del tránsito en las calles. Es entendible porque, en una nación de donde cualquiera puede comprar una AK47 o AR15, la policía tiene ocupaciones mas importantes.
En China (aunque ahora resulte como mencionar al enemigo malo), el sistema de cámaras en los semáforos y carretera que captan las violaciones de tránsito y emiten multas, ha resultado de gran eficiencia según algunos entendidos en la materia. Pero eso, paro los amantes de la libertad suena como violación al derecho a la privacidad; y para lo amantes de hacer lo que les da la gana sin tomar en cuenta a los demás, representa comunismo.
Nosotros firmemente creemos en soluciones dentro de lo que se puede, y en una sociedad de mercado tan libre, la vigilancia de inteligencia artificial, es lo menos que podemos hacer.
