El hombre que se había hecho célebre combatiendo a la mafia de Chicago cuyo principal negocio era la venta alcohol durante el periodo de la llamada Ley Seca, era una persona tímida, solitaria y que incluso tartamudeaba un poco. 

Rechazado por el FBI hasta tres veces, a Eliot Ness le dieron la oportunidad de destruir el imperio mafioso de Al Capone. Aceptó y formó un escuadrón de agentes implacables e incorruptibles conocidos como "Los intocables de Eliot Ness".

El 16 de Mayo de 1957, tras sufrir un ataque cardíaco, Eliot Ness moría en su casa de Coudesport, en Pennsylvania, sin ver publicado el libro escrito por Oscar Fraley, Los intocables, donde se narraba su historia.

Contaba el mismo Ness que un día su padre, quien vivía en un suburbio de Detroit le dijo: "Esta ciudad, hijo, tiene tres millones de habitantes y medio millón de autos, tiene de todo y absolutamente todo está en manos de la mafia".

Gracias a la ayuda de su cuñado, Alexander Jamie, el cual dejó la policía para convertirse en jefe de investigación de los llamados "Los seis ocultos" (cuyo nombre oficial era Comité cívico para la prevención y el castigo del crimen), un grupo especial de la Asociación de Comercio de Chicago, Ness consiguió un puesto como agente en la Oficina de Prohibición, donde se dio cuenta de que trabajaba para hombres corruptos. En aquella época, en Chicago, no se producían condenas por violar la Prohibición, y no había en todo el país una ciudad donde se violara con tanto descaro la ley.

La “Prohibición” también conocida como "Ley Seca" fue una controvertida medida por la que se prohibía la fabricación, transporte, importación, exportación y venta de alcohol en casi todo el territorio estadounidense. Pero aquella ley acabó provocando la proliferación de mercados negros de venta ilegal de alcohol y un incremento del dinero negro destinado a la compra de bebidas alcohólicas en los estados que sí estaba permitido.

 

AL CAPONE

En 1928, Al Capone había amasado una fortuna de cientos de millones de dólares, el 75 por ciento de los cuales, procedían del negocio ilegal del alcohol. El mafioso tenía por aquel entonces veinte cervecerías operativas trabajando los 365 días del año. Además de vender cerveza, Capone también se encargaba de la distribución de ginebra, whisky y otros licores. Del millón de dólares a la semana que se estima ganaba Capone con sus "negocios", se calcula que 125 millones al año se destinaban a sobornos.

Ness comprendió rápidamente que Capone debía de tener en nómina, que incluía desde políticos, jueces y mandos policiales, a simples policías de a pie.

Ness propuso la idea de crear un grupo de investigadores que estuvieran absolutamente "limpios" y "autorizados", incluso procedentes de otras ciudades, para poner fin a esos negocios ilícitos. Ness pretendía que los ingresos de Capone se redujeran hasta el punto de que no pudiera destinar ni un solo dólar a los sobornos, y así, al final, su imperio acabaría derrumbándose.

 

"LOS INTOCABLES"

Apoyado por su cuñado y por "Los seis ocultos", el plan fue aceptado por el procurador de los Estados Unidos, George E. Q. Johnson, comisionado elegido para acabar con Capone por el presidente Herbert Hoover.  Johnson dio carta blanca a Ness para actuar libremente y sin supervisión, pudiendo elegir personalmente a su equipo. Tan sólo tendría que rendir cuentas ante él mismo y su ayudante, William J. Froelich.

El apelativo "Los intocables" surgió a raíz de una rueda de prensa convocada por el propio Ness para informar del intento de soborno a sus hombres por parte del mafioso. Evidentemente, la oferta fue rechazada y tras la rueda de prensa los periódicos publicaron lo siguiente: "Ness y sus jóvenes agentes han demostrado a Al Capone que son incorruptibles (untouchables, en inglés)". Reconocidos como tales, los "intocables" fueron diez, aunque en total llegaron a ser doce, si se incluye al chófer de confianza de Ness y, más tarde, a George Thomas, apodado "el muchacho", que actuó como agente doble infiltrado en la banda de Capone.

Además de su lucha contra el hampa de Chicago, Eliot Ness intervino también en otros casos, como la investigación del caso del asesino en serie conocido como el "asesino de los torsos de Cleveland". Desde 1934, y a lo largo de varios años, fueron apareciendo los cuerpos de una docena de hombres y mujeres decapitados y desmembrados en la zona de Cleveland, Ohio. Al día de hoy, aún se desconoce la identidad de ese asesino, que fue apodado como el Jack el destripador americano.

Ness intentó emprender una carrera política, sin éxito. Los periódicos pronto olvidaron su imagen de héroe y su recuerdo se fue desvaneciendo entre la opinión pública. En 1942 sufrió un accidente de automóvil y fue detenido por conducir bajo los efectos del alcohol. Perdió la carrera por la alcaldía de Cleveland y la frustración agudizó su alcoholismo. Eliot Ness se casó tres veces y se divorció dos. Murió de un infarto a los 54 años, con la salud totalmente deteriorada. Sus cenizas, tras ser olvidadas en un garaje durante años, fueron esparcidas en 1997 en una laguna junto a un cementerio de Cleveland.

Con información de National Geographic