Por Sara Proano, Gerente de Enlaces Comunitarios para KDL

 

El viernes 17 de diciembre del presente año a las 5pm, estaremos en UCOM, ubicado en la 1311 Chicago Dr. SW Wyoming MI 49509, para entregar canastas navideñas, libros para los niños y manualidades para llevar y hacer en familia. El evento está organizado por y para Puertas Abiertas y patrocinado por KDL por motivo de la Navidad y los días festivos.

Y qué significativo es celebrar dichas fiestas en compañía de estas damas, dado que la historia de la primera Navidad empieza con una mujer valiente que enfrenta prejuicios, aislamiento y rechazo social, las mismas penas que afligen a tantas mujeres hoy en día. Cuando leemos la historia de una mujer resiliente, esta nos inspira, informa y protege, porque provee de una oportunidad de aprendizaje colectivo y contextualiza nuestra identidad en el aquí y el ahora.

A través de los ojos de una mujer uno puede entender a una sociedad y ver cómo se forma una cultura. Cuando apoyamos a una mujer, apoyamos a un hogar, a una familia, a un vecindario y a una comunidad. Casi siempre somos nosotras las mujeres las que nos aseguramos de que haya comida hecha, que los niños vayan a la escuela, que se cepillen los dientes y se cambien las sabanas. Somos nosotras las que nos ofrecemos como voluntarias en las actividades escolares y de la iglesia, las que guardamos un ahorro en caso de necesidad, le llevamos comida al vecino enfermo y las que invertimos en lo que creemos es mejor para nuestras familias, vecinos y amigos. Somos nosotras las que trabajamos a medio tiempo afuera, pero a tiempo completo en el hogar, o a veces, a tiempo completo en ambos lugares y le robamos horas al sueño para lograrlo.

Las mujeres nos necesitamos unas a otras, y cuando estamos juntas, somos más fuertes. Esto es lo que propone Puertas Abiertas, una organización de apoyo a mujeres que han sido victimizadas por una o más formas de violencia. Vienen de distintos estratos sociales, de todas las edades y de todas partes de Latinoamérica. Muchas de ellas han pasado de ser víctimas a ser sobrevivientes, buscando florecer más allá de ese trauma. El grupo es auto gestionado y su junta directiva está formada por personas de la misma comunidad a la que sirven.

Desde que KDL empezó a colaborar con Puertas Abiertas, hemos aprendido a escucharlas y dejarlas guiarnos hacia lo que ellas necesitan, y no hacia lo que nosotros creemos que quieren. Nuestra colaboración se ha extendido para trabajar con otras organizaciones como CompreNew y el Literacy Center of West Michigan, pero siempre manteniendo el pulso de lo que ellas indican.

Hasta el momento, hemos logrado abrir más de 30 tarjetas de la biblioteca, instalamos una pequeña librería de intercambio gratuita, hemos ensenado siete clases de computación básica como seguimiento a 35 computadoras entregadas por CompreNew (y contando), y hemos participado en múltiples actividades diseñadas por sus terapeutas de planta, para ellas y para sus hijos. Hemos presenciado graduaciones, duelos, traumas, procesos de perdón, de re-enmarcación y de olvido. ¡Qué privilegio es caminar con ellas y servirles de apoyo con todo lo que la biblioteca ofrece!, pero también, servirles como testigo de su jornada, como espejo de su propia grandeza.

Todavía queda mucho por hacer y la necesidad ciertamente es grande, pero el trabajo con este grupo renueva mi fe en la capacidad de levantarnos y vencer, muy a pesar de las circunstancias. Sus historias continúan desafiándome y transformando mi modelo de servicio, porque estoy convencida de que es por ellas, para ellas y a través de ellas, que la biblioteca existe.

 

Este articulo fue pagado y patrocinado por Kent District Library.