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SEATTLE (AP) — Una compañía penitenciaria privada deberá pagar más de 23 millones de dólares como parte de una serie de demandas en las que se le acusó de administrar sus centros de detención en el estado de Washington a expensas de los detenidos.

El juez federal de distrito Robert Bryan ordenó el martes a GEO Group pagar 5,9 millones de dólares de sus ganancias al estado de Washington. Bryan señaló que ese fue el monto con el que la compañía se enriqueció injustamente desde 2005 al pagarles un dólar diario a los detenidos que se ofrecían a realizar tareas de cocina y limpieza, en lugar del salario mínimo establecido por el estado.

El fallo se produjo apenas tres días después de que un jurado ordenó el viernes a la empresa pagar 17,3 millones de dólares en salarios atrasados a los más de 10.000 reclusos y exreclusos del centro de detención del Noroeste, en Tacoma.

“Este es un triunfo histórico para los derechos de los trabajadores y la dignidad humana básica”, manifestó el secretario de Justicia del estado de Washington, Bob Ferguson, en un comunicado por escrito.

Se presume que GEO apelará la decisión. La compañía, que no respondió a emails de The Associated Press en busca de comentarios, ha recibido permiso del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus iniciales en inglés) para suspender su programa de empleo para detenidos hasta que se realice la apelación, según documentos de la corte.

Ferguson presentó la demanda en contra de GEO Group en 2017, asegurando que la compañía —con sede en Florida— había lucrado injustamente al operar el Programa de Trabajo Voluntario en el centro de detención. De otra manera, se habría tenido que contratar a trabajadores locales para realizar las labores que llevaban a cabo los detenidos, aseguró Ferguson, que es demócrata.

Abogados privados también presentaron ese año una demanda a nombre de los detenidos en busca de que les pagaran sueldos atrasados. El juez, que rechazó diversos intentos de GEO para desestimar las demandas, consolidó los casos con vistas al juicio.

El primer proceso concluyó en junio sin que el jurado alcanzara una decisión. El segundo terminó la semana pasada después de que el jurado determinara que GEO debió pagar el salario mínimo estatal, actualmente de 13,69 dólares por hora, y otorgar remuneración retroactiva.

Los abogados de GEO dejaron entrever que las demandas eran un ataque con motivos políticos contra su negocio. El estado de Washington sabía desde hace tiempo del programa de trabajo oara detenidos, pero no presentó la demanda hasta 2017 en medio del furor causado por las políticas de inmigración del entonces presidente Donald Trump.

La compañía sostuvo que los detenidos no eran empleados de acuerdo a la Ley de Salarios Mínimos de Washington. Incluso si lo hubieran sido, señaló la compañía, sería ilegalmente discriminatorio que Washington le exigiera a GEO pagar el salario mínimo cuando el estado no les paga el salario mínimo a los presos que trabajan en las prisiones o centros de detención de la entidad.

La definición de “empleado” según la ley de salarios mínimos de Washington es ambigua e incluye a cualquier persona a la que un empleador le permita trabajar sin importar su estatus migratorio o laboral. La ley establece que los residentes de “un centro de detención “estatal, de condado o municipal” no tienen derecho al salario mínimo por el trabajo que realicen.

El centro de detención de GEO no encaja en esa definición al ser una instalación privada con fines de lucro y no una “estatal, de condado o municipal”, arguyeron los abogados a nombre del estado y de los detenidos.

El centro de detención del Noroeste retiene a personas bajo custodia en lo que el gobierno federal decide sobre su deportación o revisar su estatus migratorio. El lugar tiene capacidad hasta para 1.575 detenidos, lo que lo convierte en una de las cárceles de inmigración más grandes del país, aunque su población se redujo considerablemente durante la pandemia.

En el primer juicio, GEO reconoció que pudo haberle pagado más a los detenidos de haberlo querido. En 2018, la compañía tuvo ganancias por 18,6 millones de dólares con la instalación. Le habría costado 3,4 millones pagar el salario mínimo a los detenidos.

Washington parece ser el único estado que ha demandado a un contratista de un centro privado de detención por no pagar el salario mínimo a los inmigrantes recluidos. Sin embargo, se han presentado demandas similares a nombre de inmigrantes detenidos en otros estados, como Nuevo México, Colorado y California, para obligar a GEO y otra compañía similar, CoreCivic, a pagar el salario mínimo a sus detenidos.

Una corte federal rechazó la demanda presentada por exreclusos en contra el centro de detención de CoreCivic, en Cíbola, Nuevo México, decisión que fue ratificada en marzo por el panel de una corte federal de apelaciones.

“Las personas bajo detención en custodia, como los apelantes, no se encuentran en una relación empleador-empleado sino en una relación entre la parte que recluye y el recluido”, escribió el panel.

MINNEAPOLIS, Minnesota, EE.UU. (AP) — El juez que presidió el juicio de Derek Chauvin dio a conocer los nombres de los miembros del jurado que condenaron al expolicía de Minneapolis por el asesinato de George Floyd.

En respuesta a una solicitud de The Associated Press y otras organizaciones noticiosas para dar a conocer los nombres, el juez de distrito del condado de Hennepin, Peter Cahill, también hizo públicos el lunes los nombres de dos jurados suplentes que presenciaron el juicio pero no deliberaron, así como las respuestas a los cuestionarios que se enviaron a los candidatos durante la selección del jurado.

Algunos jurados y un suplente, se habían identificado antes y hablaron con los medios de comunicación sobre el juicio. Los intentos de la AP por contactar a los jurados que no se identificaron, fueron infructuosos.

Chauvin, quien es blanco, fue condenado en abril por asesinato en segundo grado, asesinato en tercer grado y homicidio involuntario por la muerte de Floyd el 25 de mayo de 2020. Fue sentenciado a 22 años y medio en prisión por arrodillarse sobre el cuello de Floyd durante 9 minutos y medio mientras el hombre, de raza negra, decía que no podía respirar.

En un principio, Cahill mantuvo en secreto los nombres de los miembros del jurado y ordenó que sus identidades no se hicieran públicas durante al menos 180 días después del veredicto. El juez alegó la notoriedad del caso y la preocupación por la seguridad y la privacidad de los miembros del jurado.

Los fiscales habían pedido que no se revelaran los nombres, porque al darse a conocer podrían ser acosados y complicaría el conformar un jurado para el juicio de otros tres expolicías, acusados de complicidad en la muerte de Floyd.

Sin embargo, una coalición de medios de comunicación pidió al juez que divulgara los nombres con el argumento de que el público y los medios de comunicación tenían derecho a conocer esa información, al tiempo que señalaba que no había habido amenazas conocidas contra la seguridad de los miembros del jurado.

El juez finalmente cedió y dijo que la ley presume que los nombres de los jurados y sus cuestionarios se harán públicos, a menos que haya una razón de peso para no hacerlo.

DALLAS (AP) — American Airlines canceló cientos de vuelos el domingo por tercer día consecutivo debido a problemas de escasez de personal, lo que arruinó los planes de fin de semana de decenas de miles de viajeros.

Para el domingo en la tarde, la compañía había cancelado más de 900 vuelos — la tercera parte de su programación diaria — después de suspender 900 vuelos en los dos días anteriores, según el servicio en línea de monitoreo de vuelos FlightAware.

Una portavoz de la compañía señaló que la aerolínea anticipa una mejoría considerable a partir del lunes, aunque habrá “algún impacto residual del fin de semana”. Para la tarde del domingo, American ya había cancelado más de 100 vuelos del lunes, según FlightAware.

Los problemas de American comenzaron el jueves y viernes, cuando fuertes vientos provocaron el cierre en ciertos momentos de su mayor centro de operaciones, el Aeropuerto Internacional Dallas/Fort Worth, y ello impidió que la aerolínea utilizara todas las pistas. Eso complicó que American tuviera a las tripulaciones listas para los próximos vuelos, provocando alteraciones. La cifra de vuelos cancelados y demorados aumentó en cantidad y alcance geográfico durante el fin de semana.

“Para asegurar que cuidamos a nuestros clientes y para poder proveer certidumbre de horarios a nuestras tripulaciones, hemos ajustado nuestras operaciones los últimos días de este mes mediante la cancelación proactiva de algunos vuelos”, declaró David Seymour, gerente operativo de la aerolínea, el sábado en un boletín al personal.

Aproximadamente dos terceras partes de las cancelaciones se debieron a la falta de sobrecargos en los lugares indicados, y casi todas las demás cancelaciones fueron por una escasez de pilotos, según cifras internas a las que The Associated Press tuvo acceso.

La naturaleza de la debacle — comenzando por el mal clima en parte del país antes de salirse de control — fue similar a lo sufrido por Southwest Airlines en los primeros días de octubre. Ambas situaciones generaron interrogantes sobre si las grandes aerolíneas están preparadas para la próxima temporada de viajes por la Navidad.

American asegura que lo estará.

Seymour indicó que 1.800 asistentes de vuelo regresarán a sus puestos el lunes y al menos 600 nuevas contrataciones estarán listas para finales del año. Indicó que la aerolínea también está contratando a pilotos y agentes de reservaciones de cara a las festividades.

Los sindicatos de American han advertido durante meses que la aerolínea estaba programando más vuelos de los que su personal podía manejar, dejando a los empleados sin margen de error ante problemas de mal clima.

RIVERSIDE, California, EE.UU. (AP) — Un hombre del sur de California que torturó a un cachorro de chihuahueño con resultados fatales y publicó el video en internet fue sentenciado el lunes a dos años en una prisión federal.

Ángel Ramos Corrales, de 19 años, fue sentenciado por la agresión ocurrida en febrero, en la que le fracturó el cráneo y las costillas a su cachorro de 4 meses llamado Canelo, según un comunicado de la fiscalía federal.

“Las lesiones del perro le provocaban caer continuamente de cabeza, y Ramos Corrales grabó un video del cachorro herido y lo publicó en su cuenta de Instagram”, según el comunicado.

Ese mismo día, Ramos Corrales le cortó la garganta al perro, dejándole un corte de 5 centímetros (dos pulgadas), y publicó un video en Snapchat en el que se veía a Canelo tendido en el piso del baño mientras Ramos Corrales decía: “Soy un insensible” y pateaba al cachorro inconsciente, indicó la fiscalía.

El hombre residente de Riverside fue detenido por la policía luego de varias denuncias de personas que vieron el video.

Los agentes encontraron a Ramos Corrales con manchas de sangre fresca en la ropa y heridas en las manos, además de que había salpicaduras de sangre en un baño y un dormitorio, según la denuncia penal.

Ramos Corrales dijo que el perro se había vuelto “temperamental” y lo había mordido, “lo que provocó que perdiera el control”, de acuerdo con la denuncia.

“Ramos Corrales se llamó a sí mismo un ‘asesino a sangre fría’ y señaló que no podía evitar lastimar al perro”, se indica en la denuncia.

El cachorro tuvo que ser sacrificado.

Ramos Corrales le dijo a la policía que había fumado marihuana todo el día, de acuerdo con un documento presentado ante la corte en el que se indicó que también pudo haber consumido alcohol y metanfetamina.

El documento, en el que se establecía la postura de sentencia del gobierno, afirma que Ramos Corrales torturó al cachorro durante dos horas, “se deleitó despiadadamente al causarle heridas mortales a Canelo, no auxilió a Canelo en su sufrimiento y maldijo a Canelo mientras agonizaba”.

Ramos Corrales se declaró culpable en junio a un cargo de crueldad animal, que involucra causar heridas graves a un animal, provocándole dolor físico extremo, daños a largo plazo o riesgo de muerte.

TEXARKANA, Texas, EE.UU. (AP) — Un sospechoso fue detenido el domingo en relación a un tiroteo en el que una persona murió y otras nueve resultaron heridas durante una fiesta de Halloween en el este de Texas, informó la policía.

El supuesto agresor, Keuntae McElroy, de 21 años y residente de Texarkana, Arkansas, se entregó hacia el mediodía del domingo, señaló la policía de Texarkana. McElroy fue fichado en la cárcel por un cargo grave de agresión agravada, y se anticipa que el lunes se le presenten cargos adicionales, agregaron los agentes.

Unas 200 personas estaban en la fiesta, realizada en un centro de eventos, el sábado en la noche cuando inició el tiroteo, indicaron las autoridades. Las 10 personas que fueron baleadas fueron trasladadas al hospital en ambulancia, autos de la policía o vehículos privados.

Un hombre de 20 años fue declarado muerto en el hospital. Las autoridades aún no dan a conocer su nombre. Las heridas de las otras nueve personas no parecen poner en riesgo su vida, señaló la policía.

Los registros de la cárcel no mencionan que McElroy tenga un abogado. Antes de que se entregara, la policía había obtenido una orden de arresto en su contra y lo buscaba a través de amigos y familiares.

Texarkana se ubica en los límites entre Texas y Arkansas, a unos 290 kilómetros (180 millas) al este de Dallas.

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Entrevistas con El Vocero Hispano: Oasis Legal Group // Abogado Jairo Hernandez

Andrés Abreu entrevista al abogado Jairo Hernández de la firma Oasis Legal Group. Hernández es especializado en asuntos de inmigración y estará ofreciendo sus servicios en Grand Rapids. Su oficina está localizada en la 250 Monroe Ave NW en la suite 400, oficina 440 y estará abierta publico a partir del 1 de octubre.

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